Reseña: "La casa de los nombres"

Ficha técnica del libro

Título: La casa de los nombres

Autor: Colm Tóibín

Editorial: Lumen. Primera edición, Octubre, 2017, 284 páginas

Portada del libro La casa de los nombres. Editorial Lumen.

Sinopsis

<<Me he familiarizado con el olor de la muerte...>>, cuenta Clitemnestra en la primera línea de la nueva novela de Tóibín, y así es: quien se presenta al lector es una madre que ha perdido a su hija Ifigenia, sacrificada a los dioses por su propio padre, Agamenón. (...) Clitemnestra es también una mujer que se ha vengado de su marido y lo ha asesinado con la ayuda de un amante.

A medida que van transcurriendo los hechos, Electra, Orestes y otras figuras que nos llegan de tiempos lejanos van componiendo este retablo donde la justicia pide venganza y la venganza acuna el terror. (...) Podríamos hablar del antiguo teatro griego y del talento de Esquilo, el autor de la Orestíada, pero Tóibín es capaz de mucho más: siguiendo los hilos de la tradición, aporta una nueva sensibilidad a este clásico para que la ambición, el miedo y ese dolor que nos llega de lejos sea algo vivo, cercano, nuestro.

Contexto

En primer lugar, vamos a contextualizar. Pues en la sinopsis, nos encontramos con un título griego antiguo -pero no olvidado- de Esquilo; La Orestíada. Esta es una obra antigua -valga la redundancia- de la época griega. Se compone de tres partes -en el lenguaje <<actual>> la podríamos llamar <<trilogía>>, las cuales son: Agamenón, Las coéforas, y finalmente, Las euménides, presentadas por allá en el año 453 a.C. -imagínense, y hoy seguimos hablando de ella; ésta es cosa de clásicos griegos-. Esta es una forma de contextualizar e introducir en visión y conocimiento general, pues en el desarrollo de ésta reseña se irá profundizando. Odio. Justicia. Amor. Venganza. Culpa. Muerte. (A ti lector, ten esas palabras presentes).

Reseña, valoración literaria y opinión personal

Tóibín nos entrega una obra escalofriante, pero sin lugar a dudas, buenísima. Desde la primera línea; ya te sumerges en el mundo griego, que a pesar de los infinitos años transcurridos, sigue intacto. Es capaz de escribir una novela -ligada a la obra- que incluso, la hace ser más potente, la hacer ser más cruda. Con diálogos y pensamientos de los personajes tan profundos cargados de venganza y miedo. 

Como comenté en el principio; desde la primera línea ya logras vislumbrar de cómo será lo que viene en las siguientes páginas. Luego de ello, no lo podrás soltar. La forma de narración de los personajes, es también, en efecto, magistral. En el caso de Clitemnestra y Electra en primera persona, se hace aún más profundo, pues me era imposible no pensar en lo que ellas <<pensaban>>, de cómo veían las cosas, sobretodo en el sufrimiento de la madre por el sacrificio de Ifigenia (En el desarrollo, te aseguro, quedarás pasmado por las razones, los hechos y la preparación que motivaron éste acto). La venganza, es sin lugar a dudas, lo mejor plasmado en el libro, y eso, hay que agradecerlo enormemente a Tóibín. El otro personaje, Orestes -hijo de Agamenón- y constantemente, vinculado al mundo que su padre le inculcó con euforia; encontramos la narración en tercera persona, cosa no menor, pues es como si el lector estuviese también en el espacio, en la parte de atrás, pero en el espacio. Él, tiene un papel importante en la historia de éste libro. En general, la creación -desde la perspectiva del escritor- de los personajes, es espléndida. Nos hace ser partícipe de la vivencia de éstos mediante lo marcado que quedan de acorde a lo que han vivido.

Cabe decir, que es totalmente recomendable a aquellos que ya tienen ciertos recorridos en lecturas de teatro griego o sin ir más lejos, lectores de textos como la Odisea y la Iliada. E incluso -por qué no- la misma Filosofía griega; pues si vas más allá, encontrarás ciertos puntos o ideas en temas de Derecho, Justicia y lo que tenga que ver con el Humano -propiamente tal-, comúnmente expresado en los antiguos tratados de los filósofos griegos. Pero eso, ya es camino de cada uno.

Esta novela, es de ésas novelas que te atrapan, que pasan las horas, y no dejas de leer. Pues anhelas saber el por qué de ciertas cosas, qué pasa con los personajes, qué hará Orestes al saber ciertas cosas, en qué acto recurrirá Electra y ¡ah!, demasiado, me detengo. 

El autor, con un gran estilo narrativo, no cae en el abuso de los momentos más eufóricos. Además, poseedor de una pluma que describe perfectamente el contexto de aquella época de guerras, de triunfos y también derrotas... hace sin lugar a dudas una historia ideal para los amantes de éste tipo de <<historias>>, y también para los que no.

Pd: Destaco la edición del libro; hermosa, en todo su esplendor.